Que es el Ego?
Sabemos que tener seguridad personal es indispensable cuando hablamos de liderazgo. Sin embargo, hay una línea muy estrecha entre la autoconfianza y el ego.
El ego, así como la autoimagen se deriva de cómo nos vemos a nosotros mismos, sin embargo existe una sutil pero vital diferencia entre uno y otro; el ego mide tus capacidades en relación a los otros, mientras que la autoimagen es simplemente el reflejo de tu espejo interno.
El verdadero Líder y el Ego
Cuando hablamos de liderazgo sabemos que el verdadero líder no se impone, no tiene que hacerse respetar, ni tiene que mostrar superioridad para que su equipo lo siga.
El verdadero líder no tiene ego, ya que ha logrado construir una fuerte autoridad informal, es decir tiene una muy buena autoimagen que proyecta hacia el exterior su seguridad personal y sus habilidades para influir en su equipo, y así lograr que éste trabaje efectivamente en el logro de los objetivos planteados.
“Ser líder no significa ser el mejor de los miembros del equipo, al contrario, significa tener la humildad de reconocer que sin equipo no hay resultados”
Liderar desde el Ego
Una persona que lidera desde su ego no puede ser efectiva ya que, su sentido de superioridad, lejos de llevarlo a ganar verdaderos seguidores, lo llevará a tener empleados que simplemente sigan órdenes de un jefe al que ni siquiera admiran. Esto inevitablemente generará que el equipo, en vez de proactivo se vuelva reactivo, lo cual tendrá una incidencia negativa en la productividad y por ende en los resultados.
Como líderes también tenemos dos opciones, la primera es ser creativos y proactivos actuando y cambiando nuestra perspectiva y nuestras capacidades y habilidades para superar e incluso anticipar los retos que se nos presenten. La segunda es ser reactivos, lo cual implica simplemente reaccionar, es decir, tener a mano el extintor para apagar los incendios que se vayan presentando.
Liderar desde tu ego solo te permite la segunda opción: Ser un líder reactivo, es por eso que cada vez es más común que las empresas brinden a sus empleados herramientas como el coaching personal, coaching ejecutivo y de liderazgo, porque saben que una persona que tenga desarrollada su inteligencia emocional, su autoestima y su autoconfianza es una persona consciente de sus talentos y habilidades, capaz de mantener a su equipo motivado e impulsado hacia sus metas.

5 acciones para liberarte y convertirte en un verdadero Líder
1. Mira a tu espejo interno
Mira hacia adentro de ti y conócete sin enjuiciarte, es decir, no te aproximes a ti mismo buscando tus virtudes y tus defectos, solo busca tus características personales y conócete tan profundamente que seas capaz de encontrar dentro de ti todo eso que tienes para darle y enseñarle a tu equipo, pero también descubre todo lo que tienes por aprender de él.
2. Identifica tus creencias y tus valores
Concientiza cuáles son esos pensamientos, tus juicios maestros que das por ciertos y que son inamovibles para ti, recuerda que tus creencias determinan tu forma de ver el mundo…y de interactuar con él.
3. Alinea tus creencias y tus valores con tus resultados
Una vez que logres identificar cuáles de tus creencias y valores te están limitando debes sustituirlos por unos que vayan acorde a los resultados que deseas. Por ejemplo si unos de tus valores como líder es el respeto y crees que la manera de ganarlo es imponiéndolo pero tu deseo es llevar un ambiente de armonía entre tú y tu equipo, obviamente tu creencia y tus valores no están alineados con lo que deseas lograr. En este punto resulta muy positivo recibir la ayuda de un coach personal.
4. Acepta tus limitaciones
El líder no tiene que saberlo todo, ni mucho menos debe perder tiempo en aprenderlo, el secreto del éxito radica en rodearte de personas que sean excelentes en cada uno de los sectores involucrados en crear los resultados deseados. Es decir “zapatero a tus zapatos”.
5. Practica la empatía y la asertividad
Cuando te dirijas a tu equipo asegúrate de ser empático. Un equipo que se siente comprendido es un equipo motivado, empoderado e impulsado hacia el logro de resultados. Recuerda que para ser asertivos es importante que entregues el mensaje con claridad, qué es exactamente lo que esperas de él o ellos, y si hay algo que corregir sé firme y específico pero no seas crítico; y siempre, absolutamente siempre cierra la conversación mencionando lo positivo de la(s) persona(s) con quien estás conversando.
Los tiempos en los que los líderes eran impositivos y tiranos quedaron atrás, ahora estamos en la era del liderazgo estratégico, ese que no permite imposiciones sino, que a partir de un propósito compartido, fomenta la interdependencia, la confianza y escucha mutua, la honestidad y las conversaciones difíciles, entre otras.